Hoy estoy bastante simple.
Miraba las olas acariciando la arena mientras, a imitación de ellas, le acariciaba la cabeza a su hijo.
"Esto es tan aburrido..."
Se levantó y dio un paseo por la playa.
"Ya debería haber vuelto. Seguro que se ha entretenido saqueando alguna aldea, y yo aquí esperando como una boba".
Entró en su casa y se sentó, desgranando los segundos con su mirada. Ansiosa y aburrida.
"Conociéndolo, estará flirteando con alguna bruja. Se va a enterar cuando vuelva".
Miró a su hijo, que no parecía preocuparse por nada, y se levantó con decisión.
"¡Hasta aquí hemos llegado!"
Y así, Penélope se dejó de tonterías y fue a buscar a Ulises.
(Luego no lo encontró y se inventó lo del telar, pero nadie se creyó esa historia).
Fin del comunicado.
viernes, 19 de marzo de 2010
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